7 Tipos de Césped para Sombra

Descubre las 7 variedades de césped de sombra que puedes sembrar en tu jardín. Estos tipos de césped prosperan en áreas con poca luz y ofrecen un aspecto esplendoroso. Desde el césped de San Agustín hasta el Kentucky Bluegrass, cada variedad tiene sus características únicas. Aprende cómo cuidar de estos céspedes a la sombra y consejos para su crecimiento saludable. ¡Transforma tu jardín en un oasis de verde incluso en las zonas más sombreadas! Fuente: Grama Césped.

7 variedades de césped de sombra. Sí, pasto que puedes sembrar en tu jardín en áreas donde el sol no llega y que aún así se verán esplendorosas.

Existen tipos de césped que crecen muy bien en zonas donde la luz es escasa, no permiten el paso de malas hierbas y quedan muy vistosos, algo fundamental en el verano que es la época en donde más se disfruta de los espacios abiertos.

Cesped sombra

7 tipos de pasto de sombra

  1. Césped de San Agustín

Es un césped de verano que va muy bien en sectores de sombra, pero necesita unas pocas horas de sol, aunque no tantas como la mayoría de las variedades que estamos acostumbrados a ver.

Por lo general 4 a 5 horas son mas que suficientes para que el pasto prospere, lo que lo hace indicado para sembrar en zonas en donde la luz solar es escasa.

El cultivar más habitual de pasto san Agustín es el Floratam, pero los más propicios para estos casos son las variedades Zafiro, Azul Amargo, Palmetto y Sevilla.

Una herramienta útil para que prospere la hierba de san Agustín es cortar el dosel sobre el césped para ayudar a que la luz penetre por debajo.

Es una variedad muy habitual en zonas subtropicales y con solo 3 a 4 horas de sol diarias es suficiente para que prospere.

El Zeon Zoysia es uno de los más usados, sobre todo en campos de golf y deportivos, así como también el Geo Zoysia, muy resistente al desgaste y estrés de las pisadas.

Es un césped de estación fría que tolera la sombra y sequias, pero aun así se recomienda que reciba unas 4 a 6 horas de luz diarias para que crezca saludablemente.

Es necesario ir cortando el césped más alto, aplicar fertilizantes nitrogenados y regar cuando el sustrato esté seco.

La variedad perenne tolera bien las zonas sombreadas y no necesita tantas horas de luz como otras variedades.

Este pasto es de estación fría, por lo que no tolera temperaturas de más de 25 grados, y su tolerancia a la sombra persiste aun cuando en época estival hay menos humedad sobre el césped.

La variedad de bluegrass rugosa es el pasto que mejor se adapta a condiciones de poca luz y excesiva humedad. Pero cabe destacar que en verano muere, ya que no tolera temperaturas altas.

De todos los mencionados es el más resistente, y solo con 4 horas de sol moteado es suficiente para que crezca saludable.  

La variedad Kentucky Bluegrass es la mas empleada por su gran resistencia y poca necesidad de luz.

Es un pasto de hoja ancha y color verde oscuro brillante, tupido y resistente a las pisadas. Es poco invadido por las malezas y soporta escasez de luz.

Es una hierba de primavera verano, y se amarillea en épocas de frio. Necesita fertilización con hierro para que crezca verde intenso en el verano y cortes semanales a no menos de 3 cm.

Es un tipo de césped perenne y muy ornamental. Crece en cualquier tipo de suelo o clima, especialmente en lugares sombreados, y no requiere de sesga.

No tolera el pisoteo, por lo que no se recomienda su siembra en zonas de tránsito. Si bien prefiere lugares de sombra, prospera también al sol, aunque su crecimiento es menor.

Cuando la Dichondra repens se encuentra en plena sombra, es capaz de llegar a medir unos 15 cm de altura.

Consejos para que el césped crezca a la sombra

Estos tipos de césped si bien toleran sectores de poca luz, lo ideal es tratarlos con mayor cuidado.

Es importante minimizar el tránsito, aumentar la altura del corte para que haya mayor superficie en las hojas y puedan absorber más luz.

Si se evidencian signos de enfermedad, tratarlas de inmediato ya que hay mayor humedad en zonas de sombra, y las infecciones fúngicas son más frecuentes.

Resembrar en otoño esto ayuda a que el césped crezca mas denso y no proliferen las malas hierbas.

Fuente: Grama Césped

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Conclusión

En conclusión, existen variedades de césped que se adaptan muy bien a áreas de sombra, donde la luz solar es escasa. Estos tipos de césped no solo crecen saludablemente en estas condiciones, sino que también son resistentes al desgaste y al estrés de las pisadas. Algunas recomendaciones para ayudar a que el césped crezca a la sombra incluyen minimizar el tránsito, aumentar la altura del corte para permitir una mayor absorción de luz, tratar las enfermedades de inmediato y resembrar en otoño para mantener un césped denso y evitar la proliferación de malas hierbas.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué variedades de césped son adecuadas para áreas de sombra?

Algunas variedades de césped adecuadas para áreas de sombra incluyen el césped de San Agustín, el césped de Zoysia, el césped de festuca alta, el césped de bluegrass rugoso y la Dichondra repens.

¿Cuántas horas de sol necesitan estos tipos de césped?

La cantidad de sol requerida puede variar según la variedad, pero en general, estos tipos de césped necesitan entre 3 y 6 horas de sol diarias para crecer saludablemente.

¿Cómo puedo cuidar el césped a la sombra?

Para cuidar el césped a la sombra, es importante minimizar el tránsito, aumentar la altura del corte, tratar las enfermedades de inmediato y resembrar en otoño para mantener un césped denso y libre de malas hierbas.

¿El césped a la sombra es resistente al desgaste?

Sí, muchas variedades de césped a la sombra son resistentes al desgaste y al estrés de las pisadas. Esto las hace ideales para áreas de alto tráfico, como campos de golf y áreas deportivas.

¿Es necesario aplicar fertilizantes y regar regularmente el césped a la sombra?

Sí, es importante aplicar fertilizantes nitrogenados y regar regularmente el césped a la sombra para asegurar un crecimiento saludable. Sin embargo, es importante evitar el exceso de riego, ya que la falta de luz puede llevar a un mayor riesgo de enfermedades fúngicas.