Cómo cultivar menta en maceta y cómo cuidarla.

Descubre cómo cultivar menta en maceta y disfruta de esta vigorosa planta en tu jardín o cocina. Sigue estos sencillos pasos y cuidados para obtener hojas exuberantes y aromáticas. ¡Aprovecha la versatilidad de la menta en tus recetas y añade un toque fresco a tus platos!

La Menta (Mentha) es una hierba vigorosa y resistente que puede descontrolarse rápidamente en un jardín. Para mantenerla dentro de unos límites, prueba a cultivarla en una maceta. La mayoría de los tipos de menta se adaptan bien al cultivo en macetas, proporcionando hojas exuberantes que puedes utilizar en recetas y simplemente disfrutar de su aroma. Incluso puedes cultivarla en una maceta en el interior, cerca de una ventana luminosa. También puedes dejar una maceta en el patio, justo fuera de la cocina, para tenerla a mano mientras cocinas. A continuación te explicamos cómo cultivar menta en maceta.

Cómo empezar a cultivar menta en maceta

1. Elige una maceta con agujeros de drenaje de al menos 30 cm de diámetro. Un recipiente de arcilla sin esmaltar es ideal porque permitirá que el exceso de humedad de la tierra escape a través de sus paredes, junto con los agujeros de drenaje. Si no dispones de una, no te preocupes, puedes utilizar cualquier otra maceta sin problemas.

2. Rellena la maceta con un sustrato de calidad rico en nutrientes. Lo ideal es utilizar tierra de jardín enmendada con compost en partes iguales. Planea abonar la tierra cada primavera con un fertilizante de liberación lenta.

3. Planta la menta a la misma profundidad a la que crecía en la maceta del vivero. Presiona suavemente la tierra a su alrededor. Añade más tierra a la maceta si es necesario, de modo que lleguen unos dos centímetros por debajo de la parte superior del recipiente.

4. Riega para humedecer uniformemente la tierra. Asegúrate de que el agua pueda salir por los agujeros de drenaje y no dejes que la tierra se encharque.

Propagar y cultivar menta:

Cuidados de la Menta en maceta

cultivar menta en macetas

Luz

Coloca la maceta donde reciba unas seis horas de luz solar la mayoría de los días. Si vives en un clima cálido, procura que la maceta reciba un poco de sombra del fuerte sol de la tarde. Gira la maceta según sea necesario, para que la planta crezca uniformemente y no se estire en una sola dirección hacia la luz del sol.

Riego

Riega la maceta cada vez que notes que el primer centímetro de tierra está seco al tacto. Puedes comprobarlo enterrando un dedo en la tierra, si la sientes húmeda espera un par de días más.

La menta es una planta bastante exigente con respecto al agua, si notas que las hojas comienzan a enroscarse o decaer riega enseguida, esa es una señal clara de que se está deshidratando.

Poda

Elimina los tallos florales si aparecen, ya que degradarán el sabor de la menta.

Pellizca regularmente la punta de los tallos para favorecer un crecimiento más tupido. Si la planta se vuelve muy frondosa o desgarbada, puede recortarse a un centímetro por encima de la línea del suelo para que se regenere con un crecimiento más pleno. Pellizca las puntas de los tallos cuando vuelvan a crecer.

Vigila que la planta no se salga del borde de la maceta, ya que es posible que esos tallos de menta echen raíces y se extiendan si entran en contacto con la tierra del jardín. Recórtalos para evitar una propagación no deseada.

Hibernación

Si vives en un clima muy frío donde las temperaturas decienten de los 0 grados C, lleva la maceta al interior durante el otoño antes de que bajen las temperaturas. Colócala junto a una ventana luminosa y alejada de corrientes de aire o del aire caliente de las estufas.

Reduce ligeramente el riego, pero no dejes que la planta se marchite. Otra opción para pasar el invierno es colocar la maceta de menta en un garaje o cobertizo sin calefacción.

La planta entrará en letargo durante el invierno, así que no te asustes si no tiene muchas hojas, ya que es seguro que vuelva a crecer nuevamente en primavera, cuando la temperatura exterior comience a subir y puedas sacarla de nuevo al exterior.

Ahora que sabes cómo cultivar menta en maceta no tienes escusas para disfrutar de deliciosa y beneficiosa hierba, recuerda darle sol, agua y resguardarla del frío intenso, te regalará hermosa hojas que podrás disfrutar en deliciosas recetas.

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Conclusión:
En resumen, la menta es una planta versátil que se puede cultivar fácilmente en macetas tanto en interiores como en exteriores. Siguiendo los pasos adecuados, podrás disfrutar de hojas exuberantes y aromáticas para utilizar en recetas y disfrutar de su frescor. Recuerda proporcionarle suficiente luz solar, agua regularmente y podarla cuando sea necesario. ¡No hay excusas para no tener tu propia menta en maceta!

Preguntas frecuentes (FAQ):

¿Qué tipo de maceta debo utilizar para cultivar menta en maceta?

La mejor opción es utilizar una maceta de arcilla sin esmaltar con agujeros de drenaje. Sin embargo, cualquier otra maceta funcionará siempre y cuando tenga agujeros de drenaje.

¿Qué tipo de sustrato debo utilizar para llenar la maceta?

Se recomienda utilizar una mezcla de tierra de jardín enmendada con compost en partes iguales. Esto proporcionará nutrientes adicionales a la planta.

¿Cuándo debo regar la planta de menta en maceta?

Debes regar la maceta cada vez que notes que el primer centímetro de tierra está seco al tacto. Evita que la tierra se encharque, pero asegúrate de que reciba la cantidad adecuada de agua.

¿Puedo cultivar menta en maceta en interiores?

¡Sí! La menta se adapta bien al cultivo en interiores siempre y cuando reciba suficiente luz solar. Coloca la maceta cerca de una ventana luminosa y gírala regularmente para un crecimiento uniforme.

¿Cómo debo podar la planta de menta en maceta?

Puedes eliminar los tallos florales y pellizcar regularmente la punta de los tallos para fomentar un crecimiento tupido. Si la planta se vuelve desgarbada, recórtala a un centímetro por encima del suelo para que se regenere de manera más plena.

¿Qué debo hacer con la maceta de menta durante el invierno?

Si vives en un clima frío, lleva la maceta al interior durante el otoño y colócala cerca de una ventana luminosa. Redujo ligeramente el riego y asegúrate de que no se marchite. Otra opción es colocar la maceta en un garaje o cobertizo sin calefacción. La planta entrará en letargo durante el invierno y volverá a crecer en primavera.

Esperamos que estas respuestas a las preguntas frecuentes te sean de utilidad. Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en consultar con nuestros expertos en la sección de comentarios. ¡Disfruta de tu cultivo de menta en maceta!