14 síntomas de amigdalitis (y qué hacer)

14 síntomas de amigdalitis (y qué hacer)

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que son dos glándulas ubicadas en la parte posterior de la garganta. Esta condición puede ser causada por virus o bacterias, y sus síntomas pueden variar en intensidad. En este artículo, te presentamos 14 síntomas comunes de amigdalitis y qué medidas puedes tomar para aliviarlos.

Síntomas de amigdalitis

  1. Dolor de garganta
  2. Dificultad para tragar
  3. Ganglios linfáticos inflamados en el cuello
  4. Fiebre
  5. Mal aliento
  6. Dolor de cabeza
  7. Cansancio
  8. Tos
  9. Voz ronca
  10. Dolor de oídos
  11. Secreción nasal
  12. Malestar general
  13. Dolor abdominal
  14. Manchas blancas en las amígdalas

Qué hacer ante la amigdalitis

Si presentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un médico para recibir un diagnóstico adecuado. Mientras tanto, puedes seguir estas recomendaciones para aliviar los síntomas:

  • Descansar y beber muchos líquidos
  • Tomar analgésicos como ibuprofeno o paracetamol
  • Gargarizar con agua tibia y sal
  • Evitar alimentos irritantes como los picantes
  • Utilizar humidificadores para mantener la garganta húmeda

Conclusión

La amigdalitis puede afectar la calidad de vida de quien la padece, pero siguiendo las recomendaciones médicas y cuidados en casa, los síntomas suelen mejorar en unos pocos días. Recuerda siempre consultar a un profesional de la salud ante cualquier malestar persistente.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?

El diagnóstico de la amigdalitis se realiza a través de una evaluación clínica por parte del médico, quien puede solicitar pruebas como un cultivo de garganta para determinar si la causa es viral o bacteriana.

¿La amigdalitis es contagiosa?

La amigdalitis causada por bacterias puede ser contagiosa, por lo que es importante mantener una buena higiene y evitar el contacto cercano con personas enfermas.

¿Es necesario extirpar las amígdalas en caso de amigdalitis crónica?

En casos severos de amigdalitis crónica, el médico puede recomendar la extirpación de las amígdalas como medida de tratamiento. Sin embargo, esta decisión debe ser evaluada de manera individual.